martes, 14 de mayo de 2013

Comunicación Interna


            Según Lucas. A en “Comunicación en la empresa y en las organizaciones” (1997) una comunicación interna involucra a todos los que laboran en las corporaciones, las mismas también requieren una guía organizativa y un determinado liderazgo. Ese categórico liderazgo viene dado por un Director de Comunicación Interna, que a pesar de la poca claridad sobre su rol, no hay que descartar la importancia que tienen con su agilidad de comunicar. Son expertos en esa área y frente a esa responsabilidad tienen la obligación de optimizar los procesos para fomentar el aprendizaje de la organización, el cambio y la mejora de la misma.

           Para permitir que todo fluya eficaz y eficientemente en pro de perfeccionar la calidad de contenido, la comunicación con los empleados debe ser una acción compartida; cada uno está en la necesidad de gestionar las informaciones circuladas de forma coherente, por eso la unión de fuerzas por un bien común será un paso imprescindible y determinante por parte de los directivos para que los empleados estén motivados a realizar el cumplimiento de sus tareas.

          La Comunicación interna es un asunto inherente y necesario para entender que el tipo de proceso de comunicación que debe prevalecer para generar satisfacción basado en participación, es la horizontal; por ende, los directivos deben estar comprometidos con la idea de que la relación trabajadores-empresa, resulta esencial. La horizontalidad es el único sistema capaz de ser administrado en función a dotar de sentido y dirección al personal para crear consciencia sobre sus aportes.

        Para finalizar es bueno recalcar que el éxito de la comunicación interna va de la mano con la labor de los directivos capaces de determinar problemáticas ante las nuevas realidades en las que se involucra el establecimiento y será él mismo capaz de establecer mecanismos favorables para lograr la excelencia, fidelidad, lealtad e implicación de todos los empleados para disminuir el alto grado de conflicto y flujo de información errada.

Lucas, A (1997). La comunicación en la empresa y en las organizaciones. Barcelona. Colección Bach Comunicación

Luzmar Correa
Consultora

360° en las relaciones pública



           


Ariana Castiglione y María Teresa Almarza
Luego de muchos años trabajando en el mundo de las comunicaciones corporativas he visto muchos cambios en la profesión. Comencé trabajando como pasante del departamento de comunicaciones de la principal empresa petrolera del país hace más de una década, y pasé luego por empresas de consumo masivo, energía y de la industria farmacéutica.

       
        El camino recorrido me hizo enamorarme de las comunicaciones integradas,  pero hoy quisiera compartir con ustedes algunos pensamientos acerca de las Relaciones Públicas (PR por sus siglas en inglés) y los cambios que he notado en nuestro país.

            Hasta hace muy poco, la clave del éxito para una gestión de PR eran: 1.- Contar con un verdadera “noticia” y digo esto porque aunque muchas veces nuestros jefes o compañeros de trabajo no lo vieran así, el lanzamiento de un nuevo tamaño de botella de refresco, la donación de unos pupitres a un colegio, o una actualización de una página web, por ejemplo, NO SON temas suficientemente atractivos como para que un grupo de periodistas, que está full de trabajo, y con miles de cosas sucediendo en simultaneo, se tome el tiempo para dejar su redacción u oficina para trasladarse al sitio de una rueda de prensa (sorteando el tráfico de Caracas, los problemas de estacionamiento, o sobreviviendo al metro de Caracas) o decida dedicarle su espacio redaccional o de radio para abordar esos asuntos.

             El otro punto importante es: 2.- La red de relacionamiento con periodistas. ¿Qué significa eso? Que la persona de RP de la empresa o de la agencia de comunicaciones conozca bien a los periodistas, que los periodistas la conozcan a ella, la respeten y le tengan confianza. Todo eso pasa por estar presente a la hora de situaciones adversas para la compañía; por no esconderse a la hora de una crisis, por dar declaraciones oportunas, o ayudar a conseguir la información que los periodistas necesitan. Es estar al frente de la compañía en los éxitos y en los momentos más complejos.

           Hoy en día, creo que los dos puntos anteriores son claves, pero que ha llegado un tercero que vino para quedarse: 3.- La presencia en las redes sociales. Las tan mencionadas redes sociales son hoy en día un medio que debe manejarse con mucho profesionalismo, innovación y rapidez. Han llegado para sustituir, en mi opinión,  a los canales de contacto entre empresa-cliente que veníamos conociendo: las páginas web, los call center, las centrales telefónicas, entre otros.

            Cada día que pase serán más y más los usuarios /clientes / consumidores que se comunicaran con las empresas a través de sus blogs corporativos, cuentas de twitter o de facebook, y menos los que llamaran a un 0-800 para aclarar una duda o colocar una queja o reclamo. Cada día los intermediarios entre la empresa y el consumidor serán menos, el acceso de la gente a la información más rápido y completo, y por tanto, más retador para los periodistas, para los relacionistas públicos (aunque debo confesar que no me gusta mucho ese término, porque suena a campanear un whisky en un cocktail a cambio de algún favor) y para las organizaciones.

           Hay que dedicarse a estudiar este tema, a abordarlo académicamente en las universidades, a crear posiciones en las empresas que se enfoquen en manejarlo porque allí puede estar la clave en el posicionamiento de una organización o de un medios de comunicación. En Europa ya se está manejando fuertemente la figura del “Community Manager” y aunque acá en Venezuela algunas empresas empiezan a mirar hacía allá, lo que he visto me hace pensar que son más “manejadores del twitter” que reales Community Manager.

             Nos toca aprender a todos. Nos estamos adaptando a una nueva realidad que nos obliga a pensar y actuar diferente, y que no dudo va cambiar drásticamente la forma en la que estamos acostumbrados a realizar PR en las organizaciones y en los medios. Estamos llamados a diferenciarnos en un mundo globalizado.

              La pregunta obligada es… ¿Cuánto tiempo más existirán las ruedas de prensa? ¿Por cuánto tiempo más redactaremos y enviaremos notas de prensa? ¿Cuánto tiempo le queda a las tradicionales relaciones públicas? Amanecerá y veremos.

Marielena Lafée Pérez
Consultora